Una joven neoyorkina decide que la solución a sus problemas consiste en dormir por meses, con la ayuda de muchos somníferos, para luego afrontar la vida con cuerpo y mente renovados. Foto: Andrea Miliani
Esta es una de las novelas más exitosas de la escritora estadounidense Ottessa Moshfegh. Fue publicada en 2018 y llegó a mis manos en 2021 por recomendación de mi amigo Manuel. Honestamente creo que por el título no hubiese elegido este libro, pero me contenta haber considerado la sugerencia: me pareció una lectura muy entretenida, sarcástica y ligera.
La protagonista de esta novela —que es también la narradora y no conocemos su nombre— es una hermosa joven de 26 años, recientemente graduada en estudios del arte en el año 2000. Trabaja como curadora de arte en una galería de artistas excéntricos y, gracias a la herencia que le dejaron sus padres fallecidos, vive en una de las zonas más exclusivas de Nueva York.
Su única amiga es Reva, con quien tiene una amistad bastante tóxica y disfuncional. La protagonista, aunque tiene riqueza, belleza y juventud, siente demasiada apatía por la vida y tiene una idea que cree que será la solución a todos sus problemas: hibernar. Decide que dedicará un año de su vida a dormir, con ayuda de somníferos, con la esperanza de que luego de meses de sueños profundos tendrá un renacer.
Este plan le resulta bastante viable: el dinero no es un problema y consigue a una pésima psiquiatra en las páginas amarillas, la doctora Tuttle, que escucha con atención sus mentiras de problemas de insomnio y le receta una larga lista de medicamentos. ¿Qué podría salir mal?
La lectura me pareció bastante enganchante y pertinente en tiempos de pandemia y cuarentenas. Creo que muchos hemos tenido esos pensamientos de salir “renovados” o aprovechar el tiempo en casa. Personalmente no se me había ocurrido esta estrategia —tal vez por un tema de dinero— y como lectora hasta terminé empatizado con ese plan descabellado.
A medida que avanzamos en la lectura conocemos más de la joven solitaria, su humor negro y su desprecio por la mayoría de las personas de su vida. Ottessa mantiene al lector sobre una capa de tensión y curiosidad constante a pesar de lo repetitivas que son las rutinas de la protagonista.
Aunque el final lo encontré bastante predecible, disfruté mucho acompañar a la protagonista en su proceso de hibernación. Me hizo reír con su obsesión con Whoopie Goldberg, y tuve ganas de ser su amiga, de abrazarla y acompañarla en su dolor.
Es una lectura perfecta para unos días de encierro o estancamiento. Me dejó buenas horas de entretenimiento y tuvo algunos giros interesantes que no esperaba. La manera de relatar de Moshfegh es crítica, graciosa y absorbente.
Datos interesantes de Mi año de descanso y relajación:
- Sentí curiosidad por algunos medicamentos —que yo no conocía— que mencionaba con recurrencia la narradora y descubrí que muchos eran inventados por la autora, como el Infermiterol.
- Recientemente, durante la pandemia, Ottessa Moshfegh publicó un artículo muy bonito y honesto en The Guardian sobre cómo su novela no la preparó para la pandemia de la Covid-19.
El Fragmento
La doctora Tuttle soltó el bolígrafo y juntó las manos para rezar. Creí que se iba a poner a cantar o hacer algún encantamiento. No esperaba ni su piedad ni su compasión. En cambio, hizo un puchero, estornudó con violencia, se giró para secarse la cara con una toalla de baño enorme que había en el suelo al lado de su silla y garabateó un poco más en su recetario.
—¿Y cómo murió?—preguntó—. Supongo que no sería por un fallo de la glándula pineal.
—Mezcló alcohol con sedantes—dije. Me sentía demasiado letárgica como para mentir. Y si la doctora Tuttle se había olvidado de que le había contado que mi madre se había cortado las venas, a la larga contarle la verdad no importaría.
—La gente como tu madre— respondió la doctora Tuttle, mientras negaba con la cabeza— le da mala fama a los medicamentos psicotrópicos.
Sobre la autora
La escritora de ficción Ottessa Moshfegh nació el 20 de mayo de 1981 en la región de Nueva Inglaterra en Estados Unidos y es hija de músicos (su madre croata y su padre iraní). En 2015 publicó su primera novela, Eileen, que estuvo nominada al Booker Prize y ganó el premio Hemingway por debut en ficción. En 2017 publicó Homesick for Another World, una colección de cuentos cortos. Mi año de relajación y descanso es su segunda novela. En 2020, durante la pandemia, escribió y publicó su última novela La muerte en sus manos.