La muerte de Iván Ilich: humor negro para reflexionar

La muerte de Iván Ilich se debe leer lejos de cuartos encerrados, en parques, en bancos rodeados de árboles, o en restaurantes de comida saludable. Foto: Andrea Hergueta

La muerte de Iván Ilich es una novela corta, pero muy intensa. A través de la tragedia del personaje principal, Tolstoi reflexiona sobre las decisiones de vida y el significado de la felicidad

Había leído este libro hace más de 6 años y recordaba muy poco. Este año hice la relectura y valió la pena. La muerte de Iván Ilich es una novela muy corta que explora brevemente la vida de Iván, un abogado que procura mantener un estatus social, una familia acostumbrada a un estilo de vida acomodado, una exitosa carrera profesional y una vida social activa hasta que comienza a padecer una extraña enfermedad. Luego, la trama se desarrolla a partir de las reflexiones del enfermo y los acontecimientos que ocurren durante esta tragedia.

El restaurante Tea Connection, en Santiago de Chile, tiene áreas de privacidad para la lectura y una variedad de tés ideales para el acompañamiento. Foto: Andrea Hergueta

Lev Nikolayevich Tolstoi, también conocido como Leo Tolstoi,  escribió esta novela a sus 58 años de edad, en 1886, y es considerada una de sus mejores obras. Sus reflexiones sobre la vida y la muerte despiertan en el lector un debate sobre las decisiones, la felicidad, y sobre “lo que realmente importa”.

No es un spoiler decir que el personaje principal muere, de hecho comienza con su funeral. Lo realmente valioso es que el libro está cargado de guiños y sarcasmos divertidos. El escritor nos presenta la vida de Iván y cómo fue subiendo los escalones que lo llevaron al éxito, alcanzando el buen estatus de una familia bien vista por la sociedad. Al mudarse a un nuevo hogar, Iván acomoda unas cortinas y cae de las escaleras.  A partir de este momento su salud comienza a deteriorarse.

El mejor acompañamiento para esta lectura es un buen té o una infusión que nos pueda aliviar el sufrimiento de Iván Ilich y que nos haga sentir lectores saludables. Yo elegí una infusión suave de zanahoria y naranja llamada Queen Máxima. Foto: Andrea Miliani

Al principio Iván intenta seguir una vida normal, ignora su enfermedad y continúa jugando whist con sus amigos, tomando opio y pensando que en cualquier momento puede mejorar. Pero, a medida que su condición empeora y los médicos no logran resolver su situación, comienza a ver a su familia y amigos desde otra perspectiva, a juzgarlos, a desconocerlos y a cuestionarse sus propias decisiones. También él cambia, le aterra la muerte y solo encuentra consuelo en Gerasim, su mayordomo enfermero.

El proceso de la muerte de Iván es doloroso, pero Tolstoi nos cautiva con los pensamientos, la ironía, los personajes secundarios y los recuerdos de la vida del protagonista. Es un libro para detenerse ante las frases y cuestionar nuestras propias decisiones, y lo que consideramos éxito y felicidad en nuestra vida. Una novela ideal para relecturas.


El fragmento

“Al tercer mes de enfermedad, y sin que nadie pudiera decir cómo había ocurrido, pues había sucedido paso a paso, inadvertidamente, pero había sucedido lo que la esposa, la hija y el hijo de Ivan Ilich, el servicio, los amigos, los médicos y, sobre todo, él mismo sabían: que todo el interés de los demás hacia él se reducía a la cuestión de cuándo dejaría vacante su puesto, cuándo libraría a los vivos de la molestia de su presencia y se libraría él de sus sufrimientos”.



Sobre el autor

León Tolstoi, también conocido como Lev Tolstoi y Leo Tolstoy (en inglés), fue un escritor ruso de gran prestigio y sus obras se convirtieron en grandes clásicos universales. Entre ellas destacan Ana Karenina, Guerra y paz, y La muerte de Iván Ilich. Nació al sur de Moscú en 1828, en el seno de una familia acaudalada, hijo de un conde y una princesa, en una casa en la que vivió la mayor parte de su vida. Sus padres murieron cuando era niño y lo criaron sus tías y familiares cercanos. No terminó sus estudios de Lenguas ni de Leyes en la universidad por su mal rendimiento académico y a los 23 años de edad se alistó en el ejército. Llegó a combatir en la guerra de Crimea. Se casó con Sofía Andréievna Bers con quien tuvo 15 hijos. A los 41 años de edad publicó su primera obra: Guerra y paz. Además de novelas, también escribió cuentos, ensayos y se dedicó a la formación educativa de los campesinos del pueblo en el que vivía. Murió de neumonía a los 82 años de edad, luego de haberse separado de su mujer, en una estación de ferrocarril.

Tolstoi fue un moralista, debatió mucho sobre el bien y el mal -y la riqueza y la pobreza- en sus textos. Creía que si conocíamos nuestra intimidad podíamos ser más comprensivos con nosotros mismos, por eso sus personajes son complejos. Fue muy crítico de la religión y luego, cuando ya estaba cerca de cumplir los 50 años de edad, se volvió muy devoto al cristianismo y basó en la religión muchos de sus ensayos.

5 respuestas a «La muerte de Iván Ilich: humor negro para reflexionar»

  1. Hola Andrea! Me encanto tu post, curiosamente yo si estoy leyendo la novela encerrada en un cuarto por el mal clima que hay en mi ciudad (sin mencionar que estoy estudiando para los exámenes finales) y me esta encantando esta novela. Hace tiempo me la había recomendado precisamente un maestro de mi facultad, con el argumento de que la novela expone el pensamiento de la mayoría de los enfermos y que es importante para nosotros, como futuros médicos, conocerlos. Pero al igual que tu, considero que es mas bien una reflexión acerca de la vida y la muerte.
    Por cierto, seguí tu consejo (bastante divertido a mi parecer «para aliviar los dolores de Ivan») y estoy tomando una taza de té.

    1. ¡Gracias por tu comentario!
      Qué bonito que sigas los consejos que damos para acompañar las lecturas 🙂
      Nos seguiremos leyendo

      1. hola soy Fernando de Medellìn Colombia (Guarne) me encanta tus reflexiones ,estoy en la azotea de mi casa llena de flores y en verdad el tema es para analizar el si de muchas cosa chao y gracias

  2. Salvo Gerasim, el mayordomo. Pero es probable que ni siquiera Gerasim, pudiera tomarse como un virtuoso intérprete de la agonía de Iván. Aves de rapiña, con o sin disimulo, rodean el inminente banquete.
    La muerte debiera ser siempre un duelo entre la muerte y el elegido para morir. Bailar a un número de tandas, tantas como la resistencia lo disponga.
    Claro que es meritorio que León Tolstoi haya escrito este relato para dejarnos un testimonio crítico sobre un absurdo estilo de vida que lamentablemente sigue vigente en nuestros días…

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