En este libro de cuentos, Wame M. Molefhe nos acerca a la cultura y la intimidad de las mujeres de Botsuana. Foto: Ariana Guevara Gómez
Ve, cuéntaselo al sol, de la autora botsuanesa Wame M. Molefhe, es un libro que habla de lo oculto, lo impuesto, lo complejo y lo importante. Las mujeres que protagonizan estos relatos afrontan el peso de los estereotipos y roles de género, que las obligan a sacrificar sus propios deseos y libertades para plegarse a lo que la sociedad considera correcto. Los personajes intentan resistirse como pueden, y en muchas ocasiones no consiguen sus propósitos. Así como en la vida real, hay una tensión y una lucha interna que no siempre tiene un final feliz.
El libro, que es el primero de una autora botsuanesa que se traduce al español, se divide en dos partes. En la primera, que consta de seis cuentos, hay un personaje principal que recibe el nombre de Sethunya (“flor” en la lengua setsuana). Aunque a primera vista pareciera tratarse de la misma mujer, en realidad son varios personajes que viven experiencias muy diferentes. De hecho, la autora dijo en una ocasión que se trata de una alegoría de la mujer botsuanesa, y que su intención era explorar cómo las mujeres se mueven en distintos escenarios y circunstancias.
La segunda parte de Ve, cuéntaselo al sol tiene cuatro relatos: hay dos que se relacionan entre sí (son dos puntos de vista de una misma historia) y otros dos independientes. Se mantiene, sin embargo, una misma línea. A lo largo de todos los cuentos, la autora aborda temas como la infidelidad, la homosexualidad (en una época en la que estaba prohibida en Botsuana), el sida, el abuso sexual, la migración, la prostitución, la relación entre tradición y modernidad, con un estilo muy sencillo y al mismo tiempo lleno de profundidad y belleza. El libro transmite mucha honestidad y valentía, pero de una forma muy sutil e íntima.
Los cuentos de Wame M. Molefhe también comparten la ambientación: en todos ellos se hace referencia a Botsuana, a la comida, las tradiciones y las distintas formas de vivir. Hay metáforas relacionadas con la naturaleza y con las costumbres locales. Y hay un constante esfuerzo de la autora por repensar las tradiciones y los roles de género, analizar y deconstruir sus significados e implicaciones. Hay una relación compleja con las tradiciones: no se trata de abandonarlas, sino de cuestionarlas y adaptarlas. De hecho, se reivindican tradiciones como los funerales, la relación con la familia y la lengua, pero también se ponen en duda aquellas que pueden llegar a asfixiar y afectar significativamente a la gente, y en especial a las mujeres.
En el título de la obra también queda en evidencia esa necesidad de hablar sobre temas complejos, que en algunos casos podrían considerarse tabú. En una entrevista con el traductor, Federico Vivanco, Wame M. Molefhe explicó que Ve, cuéntaselo al sol hacía referencia a esta idea: «Sal de cualquier escondite, cueva u oscuridad en la estés encajonado. Sal, sé libre y cuéntaselo al sol. Seamos abiertos y hablemos». Creo que eso es precisamente lo que pretende este libro: invitarnos a hablar con honestidad y franqueza sobre esas cosas que se nos imponen en la sociedad y sobre el deber ser. Hay una propuesta a replantearnos las cosas y encontrar nuestras propias formas de vivir y entender el mundo.
El fragmento
“A continuación su suegra se levantó y deshizo el doek que llevaba Sethunya sobre la cabeza, reemplazándolo por otro que sacó de su bolso. Cogió una jarra de agua y un vaso vacío y empezó a llenarlo. El vaso se desbordó y el agua empezó a derramarse sobre el suelo arenoso, pero ella continuó echando agua hasta vaciar la jarra.
—Ahora eres mi hija y mi corazón se desborda de amor por ti —concluyó.
Sethunya sintió cómo las lágrimas le ardían mientras se ponía de pie para abrazar a su nueva madre. Sí, así es como tenían que ser las cosas. Ahora nadie podía decir que prefería a las chicas”.