Patacón es un restaurante de comida ecuatoriana en Santiago de Chile que cuenta con una deliciosa variedad de sabores latinoamericanos
Una exquisita compilación de 16 textos de autores latinoamericanos que exploran el erotismo, dirigida a jóvenes y lectores que disfrutan de las buenas historias de amor
Los cuentos me han despertado un gran interés este año, y cuando Manuel me escuchó decir que quería aprender más sobre autores latinoamericanos, me entregó la receta perfecta. Subidos de tono es un préstamo que, confieso, comencé a leer con un poco de escepticismo, pero terminé encantada con la selección. Son historias de calidad, alejadas de lo cursi y de los clichés.
Esta coedición Latinoamericana tiene 253 páginas de puro lomito que recorre el trabajo de autores desde Chile hasta Cuba. Antes de cada cuento se presenta el nombre del texto, el autor y el país que representa, en la siguiente página está una fotografía del rostro del escritor, una breve biografía y un fragmento de un texto sobre el amor o el erotismo escrito para la edición, o tomado de algún discurso o texto relacionado. Esta información introductoria me pareció valiosísima.
El libro cierra con “El regalo” de Federico Vegas y me encantó, no sé si porque el autor es de mi misma nacionalidad, pero me pareció un buen cierre para toda la degustación del libro. Podría hablar por horas de cada cuento y siento que mi reseña quedaría demasiado larga si le doy cabida a todos los autores. Dejo por fuera a Rulfo y Cortés para no extender este texto, pero reconozco que no me duele tanto dejar de lado a otros, como Cortázar.
El fragmento
“Arnaldo enteró a todo el mundo de que aquella noche yo me acostaría con una mujer. Claro, no les dijo que era Vivian, pero vaya, alguien tuvo que imaginárselo porque en esa escuela nadie es bobo. Entonces aquel día esperé a que todos se bañaran, y cuando no faltaba nadie y nadie me iba a apurar, entré y empecé a bañarme yo, con toda mi calma. Me restregaba duro, bien duro, jabón una y otra vez, uña. Pensaba que a lo mejor ella me olería aquí, allí, me tocaba, no sé, seguramente me iba a tocar y quería estar bien limpio y oler bien y repasaba mentalmente los lugares donde a mi vez la besaría, donde tenía que besarla, según Arnaldo, para que nunca me olvidara, para que nunca olvidara esta primera vez con un hombre, conmigo, y que cuando sea incluso una viejecita, al pensar en mí me tenga en un alto concepto”.
Los autores y sus cuentos
«Jeannie Miller» de Mempo Giardinelli
«Cuello de gatito negro» de Julio Cortázar
«La puerta cerrada» de Edmundo Paz Soldán
«Eros de luto» de Jorge Miguel Marinho
«El orden de las cosas» de Pía Barros
«Una aventura confidencial» de Julio Paredes
«La peregrina» de Marvel Moreno
«La última aventura de Batman» de Carlos Cortés
«No le digas que la quieres» de Senel Paz
«La hermana» de Hernán Lara Zavala
«Es que somos muy pobres» de Juan Rulfo
«La venganza de Gerd» de Alonso Cueto
«El descubrimiento de América» de Alfredo Bryce Echenique
«Marina y su olor» de Mayra Santos-Febres
«Masticar una rosa» de Ángela Hernández
«El regalo» de Federico Vegas.