Este libro de cuentos se puede leer en un lugar oscuro o misterioso para ir a tono con las historias de ficción de esta talentosa autora
Supe de Samanta Schweblin por mi club de lectura. Una de las integrantes del grupo nos evangelizó a todos: nos habló de Pájaros en la boca y las recomendaciones fueron tan buenas que todos caímos en la narrativa oscura, increíble y tajante de esta escritora argentina.
Pájaros en la boca y otros cuentos es un libro que se compone de 15 historias de ficción, muy cortas, que no tienen relación entre sí y que atrapan al lector. Se lee muy rápido, con el ceño fruncido y con desconcierto. Cada cuento es una explosión creativa que genera confusión y fascina o perturba. Schweblin siempre parte de situaciones familiares con las que nos podemos sentir identificados y luego les da un giro inesperado.
Comienza con Irman, que presenta a dos viajeros que se detienen en un restaurante en la carretera a tomar y comer algo. Luego, notan una actitud extraña en el señor que los atiende y descubren que oculta algo en la cocina. Cuando terminé este cuento lo primero que dije en mi mente fue: “No entendí”. Sentí que faltaban páginas, explicaciones. Al tercer cuento tuve la revelación que me hizo reconciliarme con la lectura: es que así es el estilo de la autora.
Samanta teje sus anécdotas con humor negro y unas ideas fascinantes. “¿Cómo se le ocurrió esto?”, fue uno de los pensamientos más constantes durante mi lectura. Pájaros en la boca fue uno de mis cuentos favoritos —y también quizá uno de los más desagradables e incómodos—, seguido por Cabezas contra el asfalto, En la estepa, Conservas y La pesada valija de Benavides. Sus ideas son realmente sorprendentes y admirables.
Personalmente, tuve algunos conflictos con mi lectura. Aunque reconozco que Schweblin tiene una redacción impecable, que sus descripciones son maravillosas y tiene un creatividad envidiable, me frustró un poco su estilo. Odio esa sensación de no tener la certeza de que estoy entendiendo todo y ese sentimiento de insatisfacción que deja cada cuento. Pero, por supuesto, quedé con ganas de más, de tal vez encontrar esa saciedad en alguna de sus novelas.
Ahora también recomiendo Pájaros en la boca a los que disfrutan las historias originales, el humor negro y una buena pizca de terror. Su recorrido por la violencia, las situaciones incómodas, las sensaciones de desespero sé que encantarán a muchos lectores. Mi próxima lectura de esta autora será Kentukis.
El fragmento
De «Cabezas contra el asfalto»:
“Si golpeás mucho la cabeza de alguien contra el asfalto —aunque sea para hacerlo entrar en razón—, es probable que termines lastimándolo. Esto es algo que mi madre me explicó desde el principio, el día que golpeé la cabeza de Fredo contra el piso del patio del colegio. Yo no era violento, quiero aclarar esto. Sólo hablaba si era estrictamente necesario, no tenía amigos ni enemigos, y lo único que hacía en los recreos era esperar solo en el aula, alejado del ruido del patio, hasta que la clase volviera a empezar.”
Sobre la autora
Samanta Schweblin es una autora argentina, considerada una de las mejores escritoras jóvenes de habla hispana. Estudió cine y televisión en la Universidad de Buenos Aires, ha publicado 5 libros y sus textos han sido traducidos a más de 20 idiomas. Ganó el premio internacional Juan Rulfo en 2012 por su cuento “Un hombre sin suerte”, fue nominada al Man Booker International Prize en 2017 por Distancia de rescate y este 2019 fue nominada nuevamente gracias a la traducción al inglés de su obra Pájaros en la boca. Vive en Berlín desde 2012, en donde imparte talleres de literatura y produce sus nuevos textos.
Ficha:
Pájaros en la boca |
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Editorial: Literatura Random House |
Año: 2017 |
Año de primera publicación: 2009 |
Páginas: 176 |
Mi valoración: 4/5 |
Valoración en Goodreads: 3,87 |