Feliz final: más allá del fueron felices y comieron perdices

Imagen de la portada del libro de la reseña
Una vez que empiezas a leer esta novela, no puedes parar. Es la compañera ideal para los días de lluvia en transporte público. Foto: Cristina Albuja

Tenía muchas ganas de leer Feliz final de Isaac Rosa.  Las reseñas, entrevistas y noticias sobre este libro no hacían más que incrementar mi interés, así que lo primero que hice al llegar a Madrid, en uno de los tantos viajes relámpago que hago, fue entrar a una librería.

Claro, ¿quién  no quiere leer, oír o hablar de amor? ¿Quién no quiere entender un poco este sentimiento por el que todos pasamos, viajamos, sufrimos y disfrutamos? ¿Quién no quiere saber en qué se convierte el amor después de la llegada de los hijos, después del vivieron felices y comieron perdices? ¿quién no quiere saber qué es realmente el amor cuando termina el romanticismo?

Y con todas estas interrogantes me entregué a la lectura de esta deliciosa novela, que nos cuenta la historia de una pareja, Antonio y Angela, que después de 13 años de convivencia y la absoluta convicción de que iban a envejecer juntos, se separan.  ¡Llega el final! ¿Por qué? Si su relación era la historia de amor perfecta. Rosa nos descubre de principio a fin el desenlace del amor. Estimado lector, estimada lectora, ¿les suena esta historia conocida?  

Recomiendo leer el epílogo en voz alta en el salón de casa, pronunciando lentamente cada palabra. Foto: Cristina Albuja

Feliz final empieza por el fin: la casa vacía, las cajas llenas de recuerdos de años de convivencia; enseres de cocina, fotos de las hijas creciendo; el sofá que algún día iban a cambiar y que termina saliendo de casa cuando ya nadie quiere habitarla.  

A medida que avanza el relato, formamos parte de la historia de Angela y Antonio, vamos descubriendo cómo la convivencia, la hipoteca, los problemas para llegar a fin de mes, las expectativas, la insatisfacción sexual y vital van acabando con una relación que partía de planes compartidos, risas y juegos en la cama, de sueños futuros, risas y más risas.  ¿En qué momento nos pasó esto? Se preguntan, cada uno por su lado, los protagonistas de esta novela. ¿Cómo hemos podido terminar así? Se cuestiona él en medio de una crisis generada por una discusión cotidiana que termina creando un muro entre ellos.  

¿Qué nos pasó? Se pregunta ella, y como lectores-protagonistas —porque a medida que avanza la novela, nos vamos sintiendo cada vez menos lectores y más protagonistas—, entendemos el cruce de voces. Isaac Rosa escribe desde la perspectiva femenina y masculina de la relación. Cada discusión o situación es relatada, vivida y sentida desde su óptica dentro de la pareja, y eso, para mí, es uno de los grandes aciertos de esta novela: se lee y entiende las dos partes.  ¡Ojalá fuera así en la vida real!

Decidí acompañar esta lectura con un delicioso panqueque de dulce de leche y plátano. Porque el amor es así de empalagoso al principio. Foto: Cristina Albuja.

Pero como en toda historia de amor, hay momentos de increíble felicidad y el autor no los olvida, y es así como nos cuenta también el inicio de la relación, los planes futuros, los ahorros conseguidos, el esfuerzo conjunto, el nacimiento de los hijos y más planes a futuro.  Momentos que empiezan cuando sus miradas se cruzan por primera vez en un congreso y el recuerdo del primer beso.

Probablemente al terminar de leer las 340 páginas, usted lector, usted lectora, se pregunte: ¿qué es el amor? No espere encontrar una respuesta. Al final, cada pareja es un mundo.  Eso sí, no se arrepentirá de haber leído Feliz final.  

El fragmento: 

Ángela:

“Si me hubiese callado cuando me preguntaste qué me pasaba, qué nos pasaba últimamente.  Si no te hubiese reconocido, con la firmeza que lo hice, que no te amaba. Que te seguía queriendo lo suficiente para no separarnos y así mantener una familia unida para las niñas, te seguía queriendo lo bastante incluso para confiar, quién sabe, en un futuro renacer del sentimiento. Pero no te amaba. (…) Y ahí te presentaste tú con tu erección contra mis nalgas, dispuesto a seguir cronificando tus hábitos copulatorios, porque para ti la normalidad era aquello: pasarnos otro día entero sin más comunicación entre nosotros que lo relativo a la intendencia doméstica, sin saber tú nada de mí ni yo de ti, colisionando sin cuidado y apenas disimulando miradas de fastidio, discutiendo por cualquier tontería y sacando del arcón reproches viejos, pero no había de qué preocuparse porque a la noche te metías en la cama y me abrazabas con un afecto que no te había visto en todo el día, y me decías algo bonito al oído: te quiero, te quiero mucho, te quiero tanto, te amo.  Y me tocabas, sí, el reloj del vientre pero que últimamente solo giraba para avisar de que era hora de follar. Un polvo matrimonial, y a dormir”. 

Antonio:

“Mirando las fotos de aquellos años, sí eché de menos algo: tu cara de desprecio.  No sale en ninguna foto, y sin embargo la recuerdo bien. Era simétrica a la mía cuando yo mismo me la sorprendía en el espejo y me impresionaba. Habría estado bien fotografiarnos en esos momentos, inmortalizar nuestras muecas de desprecio, (…) No sé en qué momento nos convertimos en dos personajes de una mala comedia matrimonial. ¿Te acuerdas de aquella película de Antonioni, La noche, que tanto nos entusiasmó años atrás? Yo esperaba que nuestra decadencia sentimental, caso de producirse, se pareciese a aquella tristeza elegante de Marcello Mastroianni y Jeanne Moreau: un desarmarse lánguido, hecho de silencios, aburrimiento existencial y miradas graves.  Y sin embargo ahí estábamos, protagonistas de una estridente comedia llena de clichés conyugales: fastidiándonos como solo saben fastidiarse quienes después de años conocen bien sus puntos débiles, exagerando cada uno aquellos rasgos de carácter que más irritaban al otro, para acabar haciéndonos reproches mediocres.  Si hubiésemos grabado en vídeo nuestras discusiones de entonces, al volver a verlas hoy no aguantaríamos la risa”.

Ficha


Final feliz
Editorial: Seix Barral
Año: 2018
Año de primera publicación: 2018
Páginas: 344
Mi valoración: 5/5
Valoración en Goodreads: 3,8/5

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *